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Crematística.

  • Foto del escritor: David Muñoz
    David Muñoz
  • 24 mar 2019
  • 4 Min. de lectura

En los siguientes párrafos intentaré explicar el término de crematística de Aristóteles y qué me sugiere a mí ello. De una manera breve y sin profundizar para que sirva de pincelada para una pequeña noción de este término, así de esta manera invito al lector a que investigue más sobre este asunto.


Bien para contextualizar el término crematística, lo podemos encontrar en el libro Política de Aristóteles. En mi lugar hablaré la versión de la Editorial Clásica Gredos con ISBN 84-249-1283-7. BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 116.


En primer lugar, Aristóteles defiende que el poder adquisitivo del hombre es una parte de la economía: “Es lo que debe facilitar o bien procurar que exista el almacenamiento de aquellas cosas necesarias para la vida y útiles para la comunidad de una casa o de una casa” (Aristóteles, s. IV a.n.e: 67). Este es un arte de adquisición que tienen los seres humanos y que se da en las diferentes áreas de especialización del trabajo. Es decir, existen los pastores, los cazadores (pescadores, cazadores de aves…), aunque la mayoría viven o satisfacen sus necesidades de la tierra y de los productos cultivados. Algunos intercalan estos tipos de trabajo y obtienen distintos tipos de productos.


Ahora bien, este arte de adquisición como cualquier otro arte debe ser limitado, su fin es obtener lo necesario para vivir.


Los objetos como tal tienen un doble uso, ambos son del mismo objeto pero no de la misma manera. Un primer uso es el uso del propio objeto, y el otro no. Imaginemos una camiseta, su uso propio sería utilizarla como tal, pero su otro uso es el de intercambio de una camiseta por otro objeto. Es aquí donde comienza un tipo de comercio con el ejercicio del trueque. Al crearse sociedades más complejas, se necesitaba intercambiar productos, es por ello que, se utilizaba el segundo uso del producto para llevar a cabo el trueque. Pero asegura Aristóteles que este no es un tipo de crematística porque solo sirve para completar la autosuficiencia natural.


Sin embargo de esta praxis surgió la otra. Al hacerse cada vez más grande y pesados los productos de intercambio, apareció la necesidad de crear la moneda. Esta servía para que este proceso se pudiera hacer de una manera más ágil que la de antes, ya que se cambiaban los productos deseados por monedas que no eran tan pesadas ni numerosas. Surge entonces lo que él denomina la crematística, que es otro arte de adquisición. En el cual esta limitación en la adquisición anterior no se efectúa, sino que es un tipo de arte ilimitado, este es su problema.


“Una vez inventada ya la moneda por la necesidad del

cambio, surgió la otra forma de la crematística: el comercio

de compra y venta . Al principio tal vez se dio de

un modo sencillo, y luego ya se hizo, con la experiencia,

más técnico, según dónde y cómo se hiciese el cambio para

obtener máximo lucro. Por eso la crematística parece tratar

sobre todo de la moneda, y su función es el poder considerar

de dónde obtendrá abundancia de recursos, pues

es un arte productivo de riqueza y recursos . Ciertamente,

muchas veces consideran la riqueza como abundancia

de dinero , porque sobre esto versa la crematística y el

comercio.” (Aristóteles, s. IV a.n.e: 70).


Aquí nos relata Aristóteles como la integración de la moneda y con ella la aparición de la crematística está corrompiendo los orígenes del comercio, que su finalidad no era otra que el abastecimiento de lo necesario. Este fin era limitado: abastecerse. Pero cuando se incorpora la moneda el fin ya ha cambiado, el fin ahora es ilimitado: conseguir el mayor número de monedas (riqueza).


Mientras que la estructura del comercio era M-D-M (produzco mercancía, la vendo para conseguir dinero para poder hacer más mercancía y “sobrevivir”) ahora la estructura de la crematística es D-M-D (tengo dinero, compro una mercancía por un valor menor al que lo voy a vender y consigo más dinero). Siempre van a intentar, los que practican esta labor, de garantizarse el monopolio de este mercado, ya que esto siempre le va a proporcionar más riqueza. Aunque este será otro tema que trate con más profundidad en otra ocasión.


En este sentido lo que podemos sacar de la enseñanza de Aristóteles es que el comercio no es malo en sí o por naturaleza, es más, es necesario para autosuficiencia del ser humano. El inconveniente viene cuando el fin último que era limitado y claro, ahora se convierte en finalidad de conseguir riquezas de una manera ilimitada. Esto hace que nuestra vida cobre otro sentido contrario al natural y todos nuestros actos se vean condicionados a conseguir réditos económicos.


Esto lo podemos observar en la sociedad actual en lo que todo tiene un valor calculado y en el que cada acto que hagamos estamos reflexionando si nos va a traer beneficio económico/material. Un claro ejemplo de esto es la educación, los estudiantes no se paran a aprender –que este debería de ser el fin de la educación. Sino que tanto desde el estado como el propio alumno ya tiene interiorizado, eso que estudia le tiene que servir para algo productivo, pero productivo en su sentido más material, ganar dinero.


Mientras más tienes más quieres, la vida es sencilla, no nos la compliquemos.




Muñoz Santos, David.

24 de marzo de 2019. Granada.

 
 
 

1 Comment


Ballesteros
Ballesteros
Mar 30, 2019

Gran escrito sobre Aristóteles. De pura actualidad.

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